Contra el vicio de pedir…

Este jovenzuelo hacía una vida totalmente normal hasta que se acercaba un adulto. Entonces dejaba lo que estuviera haciendo (beber) y se ponía a pedir como si le fuera la vida en ello. No debía ser para tanto, porque lo hizo varias veces y no le dieron nada de nada. Y es que, contra el vicio de pedir, está la virtud de no dar.

Creo que es un juvenil de zarcero común (aunque no estoy seguro, tal vez sea un mosqueitero, me baso en que se ven las cerdas de las comisuras de la boca, aunque sigo sin aclararme del todo con las identificaciones). A la derecha de la imagen se ve la punta del pico del adulto, que está ahí por casualidad (de todas formas, no cabían los dos en la toma, así que no intenté incluirlo). Formato original, sin recortes.

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